Adentrarse en la anatomía microscópica de un bambú es un hecho fascinante, la observación y análisis al microscopio de detalles internos de la hoja, la flor y el culmo requieren de un conocimiento previo con énfasis en técnicas e interpretación de datos. Al revisar las células de las hojas, nos podemos dar cuenta de la presencia de células características en todos los bambúes llamadas células fusoides y células armadas que forman parte del tejido conocido como mesófilo.
Las células que conforman el clorénquima desempeñan la importante función de darle de comer a la planta del bambú a través del proceso conocido como fotosíntesis. Estas células presentan un comportamiento fotosintético del tipo C3. La epidermis de la hoja siempre lleva pequeñas aberturas llamada estomas, el intercambio gaseoso se lleva a cabo a través de ellos.
La hoja también tiene diminutos cuerpos de sílice procedentes de las sales minerales absorbidas del suelo. Los cuerpos de sílice se encuentran en las células silíceas. Son importantes en los bambúes, puesto que existen en grandes cantidades y en diferentes formas y tamaños, han sido usados para diferenciar a los subgrupos de los bambúes existentes. Sobre la hoja es fácil observar a numerosos pelillos microscópicos compuestos de dos células.
La planta de un bambú lleva agua desde las raíces hasta la última hoja de una rama, las células muertas del xilema sirven como conducto para este fin, y es a través de un conjunto de células llamado Haz Vascular que esto sucede. Los haces vasculares de los bambúes siempre son más de uno e incluyen al floema que es el tejido encargado de conducir los alimentos en toda la planta. Los haces vasculares de los bambúes son observables cuando se hace un corte transversal del culmo, los huecos evidentes que existen son los vasos por donde el agua se trasporta y son parte del xilema.
Alrededor de cada vaso se encuentran gran cantidad de fibras, estas son células muertas cuyo espacio ha sido ocupado por lignina y celulosa, los compuestos principales de la madera. La función de las fibras es proporcionar la dureza a la planta de bambú. Los bambúes están compuestos por fibras en un 40 a 50 por ciento.
Las flores de los bambúes no tienen pétalos llamativos, el transporte de los granos de polen a otras flores es realizado por el viento. La florecilla tiene un solo pistilo (femenino) y tres estambres (masculino) en casi todos los bambúes, y está rodeada por hojas protectoras llamadas Glumas. Las diferentes glumas y la flor forman una Espiguilla. Cuando se observan las pequeñas florecillas de los bambúes, se aprecia la presencia de 3 lodículas, estas son diminutas hojas en forma de escama dispuestas en la base de la flor, y el número de 3 es también constante en todos los bambúes