Las 10 lecciones Zen extraídas del bambú que jamás olvidaré

Los hermosos bosques de bambú nos pueden dar mucho más que placer visual. Cuando nos encontramos rodeados por esta majestuosa planta podemos aprender mucho de su simbolismo. Si observamos la planta de bambú desde una óptica Zen veremos que nos grandes ofrece lecciones prácticas para la vida y para el trabajo. A continuación compartimos algunas de las enseñanzas más destacadas que podemos aprender mediante las características del bambú.

El tamaño no es el elemento más importante, no implica fortaleza.

Lo que puede parecer débil en realidad puede ser fuerte. El  bambú gigante no deja de ser en realidad un tipo de hierba y si lo comparamos con otros árboles en el bosque no es, ni mucho menos, el más grande. Pero en que destaca nuestra planta favorita? Es capaz de soportar temperaturas extremas, gélidos inviernos y calurosos veranos. Aguanta en pie tras huracanes o fuertes tormentas, a menudo, siendo la única planta que sobrevive. 
Debemos tener cuidado de no subestimar a los demás o a nosotros mismos basados ​​solo en arcaicos prejuicios sobre lo que es débil y lo que es fuerte. Un individuo no debe ser grande en tamaño para ser fuerte, muchos otros factores pueden marcar la diferencia. Esto se traslada perfectamente al mundo laboral y empresarial, puede que aún no siendo la empresa más sólida o el mejor empleado logres tus objetivos manteniéndote firme, perseverante, cómo el bambú tras la catastrófica tormenta.  cree en tus propias fortalezas y sabe quien eres o puedes ser, descubrirte a ti mismo es descubrir tus capacidades. No olvides nunca tus viejos valores,  también que hay en la tolerancia en la bondad, la compasión y la cooperación.

Doblarse, pero no romperse.

Una de las cosas más impresionantes del bambú es cómo se balancea con el aire. Este suave movimiento de balanceo es un símbolo de humildad, de adaptación a lo que le rodea. No todo se basa siempre en luchar contra las circunstancias, a veces la solución más eficaz es adaptarse a ellas, jugar con ellas, pasar a formar parte del medio. La base del bambú es sólida, pero se mueve y se balancea armoniosamente con el viento, nunca luchando contra él. Con el tiempo, incluso el viento más fuerte se cansa, pero el bambú permanece en pie sin esfuerzo. La actitud de doblarse pero no romperse o seguir el flujo natural es uno de los secretos para el éxito, ya sea que estemos hablando de bambú o de la vida.

 De raíces firmes.

El bambú es famoso por su increíble flexibilidad. Esta flexibilidad es posible en parte debido a la compleja estructura de sus raíces, se dice que hace que el suelo alrededor de un bosque de bambú sea muy estable. Las raíces son importantes, sin embargo, en un mundo cada vez más dinámico, muchas personas no se pueden permitir el lujo de invertir tiempo ni esfuerzo en establecer raíces en sus propias comunidades. Si queremos dotar nuestras vidas del confort y la seguridad que proporciona un hogar necesitamos interactuar con una comunidad. Esto es el ser humano, un ser social. El reto que se nos plantea a muchos de nosotros es seguir siendo los viajeros móviles, flexibles, internacionales y profesionales ocupados que al mismo tiempo hacemos el esfuerzo y tomamos el tiempo para involucrarnos y estar firmemente arraigados en la comunidad local.

lecciones Zen del bambú.


Desacelera tu mente, la virtud de la pausa.

Tenemos mucha más información disponible que nunca, quizás demasiada, y no la podemos asumir toda. La mayoría de nosotros vivimos a un ritmo frenético, las inestabilidades psicológicas del siglo XXI son provocadas básicamente por el estrés. Incluso si la mayor parte de nuestra vida laboral está en línea, la vida misma puede parecer bastante agitada y, a veces, caótica. A menudo es difícil encontrar la calma en medio de tanto ruido. En este tipo de entorno, lo más importante es tomarse el tiempo para disminuir la velocidad y calmar la psique para luego ver las cosas con mayor claridad. Una mente relajada posee mayor capacidad de perspectiva, es capaz de afrontar los problemas de forma relativa dandoles la importancia que merecen (no más) y es mucho más creativa. La presión que la velocidad social nos transmite no nos permite ver las oportunidades a nuestro alrededor. “No podemos ver nuestro reflejo en el río con corriente, veremos quienes somos en las aguas calmadas”. El bambú es una de las plantas más importantes en los jardines Zen porque es capaz de transmitir esta pausa en la atmósfera que lo rodea.  

Siempre preparado.

El bambú esta siempre listo para los acontecimientos, da igual de que tipo, jamás lo van a sorprender. En nuestras vidas personales y profesionales podemos, en cierto modo, desarrollar un estado de alerta que nos permita estar siempre preparados para la acción. No hablamos de preocupación, todo lo contrario, estar siempre en alerta nos da la seguridad de que nos podremos adaptar a cualquier circunstancia futura tanto de procedencia externa como interna.  

Encuentra sabiduría en lo sencillo.

El bambú, como cientos de milagros de la naturaleza, es simple. Muchas veces lo complejo no tiene porque ser mejor, a menudo la solución más sencilla es la correcta. Podemos llegar a la sabiduría si somos capaces de vaciar nuestros conocimientos y dejar al margen los prejuicios, adoptando mentalidad de principiante en frente a cualquier aprendizaje. “No se puede llenar un cuenco que ya esta lleno”, el bambú es fuerte por fuera pero vacío por dentro. Este vacío debe recordarnos que debemos vaciar nuestra mente de todo lo que se producto de nuestros propios pensamientos y llenarla con información nueva, fresca, procedente del exterior. Para recibir conocimiento y sabiduría tanto de la naturaleza como de las personas, debemos estar abiertos a lo que es nuevo y diferente. Cuando vacías tu mente de tus prejuicios, orgullo y miedo, te abres a las posibilidades. La utilidad de un recipiente, al fin y al cabo, se encuentra en su vacío. 

lecciones Zen del bambú

Compromiso con tu propio crecimiento y renovación.

El bambú se encuentra entre las plantas de más rápido crecimiento en el mundo. Nuestras conciencias, al igual que el bambú, tienen un gran potencial de crecimiento. Si regamos nuestras personalidades y les damos nutrientes rutinariamente el potencial de crecimiento personal del que disponemos no tiene limite. Una mejora continua,constante e incremental no requiere grandes avances. El secreto del éxito es la constancia en el trabajo, no conseguiremos ser mejores de un dia para el otro. Sin embargo, con un compromiso de aprendizaje y de mejora continuada, nuestra evolución, como el crecimiento del bambú, puede ser bastante notable cuando miramos hacia atrás en qué o dónde solíamos estar. En algún momento nos podemos desanimar y sentir que no estámos mejorando en absoluto. Es en este preciso momento dónde reside la clave de la mejora. No rendirse, continuar firme y fiel a tus principios hace que superes esta fase y una vez hecho valores el desarrollo conseguido. No te desanimes nunca, si no te has rendido, entonces estás creciendo, es posible que no lo veas hasta mucho más tarde. Qué tan rápido o qué tan lento no  debe ser nuestra  preocupación, solo que avanzamos de forma continua.


Utilidad a través de sencillez.

El bambú en su simplicidad expresa su utilidad. El hombre debería hacer lo mismo. De hecho, invertimos mucho tiempo tratando de demostrar a los demás y a nosotros mismos lo inteligentes que somos. La virtud reside en llegar a la conclusión de que no necesitamos la aprobación de nadie, no estamos bajo juicio ni necesitamos las alabanzas de nadie. A menudo complicamos lo simple para impresionar y no simplificamos lo complejo por temor a que otros sepan lo que sabemos. La vida ya es lo suficientemente complicada para complicarla aún más. Si perdemos nuestros miedos, podemos ser más creativos y encontrar soluciones más simples para problemas complejos que, al fin y al cabo, serán de mayor utilidad para los que nos rodean.

lecciones Zen del bambú

Siempre te levantas.

En invierno, la nieve pesada dobla el bambú hacia atrás hasta que un día la nieve se vuelve demasiado pesada, comienza a caer, y el bambú vuelve a levantarse, sin inmutarse. El bambú soporta el peso de la nieve, cargando con ella sin ser jamás derrotado. No nos dejemos vencer fácilmente, si pasamos malas épocas aguantemos, tiempos mejores vendrán pero solo llegaran si seguimos en pie. 

Sonríe, ten humor, disfruta.

Se dice que el bambú tiene una fuerte asociación con la risa, tal vez por el sonido que producen las hojas de bambú en un día de viento. Con un poco de imaginación y de sentido metafórico, es como si el bosque se estuviese riendo, es un sonido calmante. El bambú también tiene una conexión con la diversión, ya que se ha utilizado durante generaciones en la creación tradicional de cometas japonesas, en el arte y la fabricación de muñecas tradicionales. Debemos disfrutar de todo lo que hacemos, un día sin una sonrisa es un día perdido. Un buen sentido del humor nos permite afrontar los problemas con mayor lucidez. Nunca debemos compadecernos de nosotros mismos, hay que disfrutar de la vida!


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